Asociación Boliviana de Aseguradores

Tendencias

Cómo los seguros impulsan la sostenibilidad empresarial

En un mundo donde la sostenibilidad se ha convertido en un factor clave para el desarrollo empresarial, el sector asegurador juega un papel fundamental. Más allá de su función tradicional de protección financiera, los seguros ayudan a las empresas a gestionar riesgos ambientales, sociales y de gobernanza (ESG), promoviendo prácticas responsables y resilientes a largo plazo.

Uno de los principales aportes de los seguros a la sostenibilidad es la reducción del impacto de eventos adversos. Las coberturas contra desastres naturales, interrupciones operativas y riesgos climáticos permiten que las empresas continúen operando tras incidentes imprevistos. Esto no solo garantiza estabilidad financiera, sino que también protege a comunidades y empleados, promoviendo un enfoque empresarial más sostenible y comprometido con su entorno.

Además, las aseguradoras están incentivando modelos de negocio sostenibles mediante pólizas diseñadas para empresas que adoptan tecnologías limpias, eficiencia energética o prácticas responsables en su cadena de suministro. Algunas compañías incluso ofrecen bonificaciones y descuentos a aquellas organizaciones que cumplen con estándares ambientales y reducen su huella de carbono.

Otro aspecto clave es la inversión responsable. Muchas aseguradoras están dirigiendo sus carteras de inversión hacia proyectos sostenibles, respaldando el desarrollo de energías renovables, infraestructuras ecológicas y emprendimientos que priorizan el bienestar social. De esta manera, el sector asegurador no solo protege activos, sino que también contribuye activamente a la transición hacia una economía más sostenible.

El compromiso de las aseguradoras con la sostenibilidad también se refleja en la gestión de riesgos emergentes, como la ciberseguridad y la protección de datos. En un entorno digital en constante evolución, las empresas necesitan contar con coberturas que les permitan operar con confianza, protegiendo la privacidad de sus clientes y cumpliendo con regulaciones cada vez más exigentes.

En definitiva, los seguros no solo brindan seguridad financiera, sino que también impulsan el desarrollo sostenible de las empresas, fomentando prácticas responsables y resilientes. En un mundo en el que los riesgos evolucionan constantemente, contar con un respaldo sólido permite a las empresas enfrentar el futuro con mayor confianza y compromiso con su entorno.

 

Tendencias del seguro en América Latina 2025: Entre retos y oportunidades

El sector asegurador en América Latina enfrentará en 2025 un año de transición, marcado por una moderación en el crecimiento económico, cambios regulatorios y la necesidad de adaptarse a un entorno global incierto. Aunque las proyecciones siguen siendo positivas, se espera una desaceleración en el ritmo de expansión de las primas y en la actividad económica general.

A continuación, analizamos las principales tendencias y desafíos que definirán el mercado asegurador en la región.

Panorama económico: Crecimiento moderado con desafíos latentes

Las proyecciones económicas para América Latina en 2025 apuntan a un crecimiento moderado, con variaciones significativas entre países. Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), el PIB de la región crecerá un 2,5% en 2025, ligeramente por encima del 2,1% estimado para 2024. Por su parte, el Banco Mundial prevé un crecimiento del 1,9% para 2024, con una leve aceleración el próximo año.

Las estimaciones país por país reflejan escenarios diferenciados:

  • Bolivia: Crecimiento del 3,51%, según el gobierno.
  • Argentina: Tras una contracción del 3,5% en 2024, se espera un rebote del 5%.
  • Brasil: El FMI proyecta un 2,2% en 2025, tras un 3% en 2024.
  • Chile: Crecimiento del 2,4% en 2025, tras un 2,5% el año anterior.
  • Colombia: Expansión del 2,5%, mejorando desde el 1,6% de 2024.
  • México: Crecimiento del 1,3%, afectado por una demanda interna debilitada.
  • Paraguay: Expansión constante del 3,8%.

Pese a estas previsiones, la región enfrenta desafíos estructurales como la baja inversión pública y privada, infraestructura deficiente, incertidumbre política y posibles medidas proteccionistas a nivel global. Además, la inflación sigue siendo un factor de presión, impactando la rentabilidad de las aseguradoras.

Para sostener un crecimiento saludable, los países deberán fortalecer la estabilidad macroeconómica, fomentar la inversión y mejorar la productividad, según destacan diversos organismos internacionales.

Impacto en el sector asegurador: Ajuste en el crecimiento y nuevas oportunidades

En 2024, el sector asegurador en América Latina experimentó un sólido crecimiento del 7,6% en primas totales, impulsado por un entorno favorable en los seguros de no vida y las altas tasas de interés que beneficiaron los productos de vida con ahorro.

Para 2025, sin embargo, se prevé una moderación en la expansión, con un crecimiento del 3,8%. Los segmentos de vida y salud, que crecieron un 8% en 2024, verán su ritmo reducirse al 4%, mientras que los seguros de daños pasarán de un 6,3% a un 3,3%.

A pesar de este ajuste, el mercado presenta oportunidades en áreas especializadas, como seguros de responsabilidad civil y coberturas contra catástrofes naturales, que podrían compensar parcialmente la desaceleración.

Según Fitch Ratings, la perspectiva del sector asegurador latinoamericano en 2025 se mantiene neutral, respaldada por:

  • Resultados financieros estables y capitalización sólida.
  • Un crecimiento económico moderado que evita riesgos extremos.
  • Reducción de la inflación, lo que podría contener costos operativos.
  • Tasas de interés más bajas, aunque con un posible impacto en los rendimientos de inversión.

En este escenario, el sector asegurador deberá enfocarse en la innovación, la eficiencia operativa y el desarrollo de productos que respondan a las nuevas realidades económicas y climáticas de la región.

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